La TV como arma de destruccción masiva.

La TV como arma de destruccción masiva.

El terrorismo contra la población de los gobiernos del mundo en manos del poder oculto es totalmente descarado ya.
Los contenedores vacios de las personas sin alma manejadas por los agentes Smith dedicados a perseguir a los que van despertando están ya siendo vistos como simples títeres de los demonios astrales tras el velo.

He tenido recientemente un incidente por no llevar la mascarilla en un negocio donde compro el pan desde el principio de esta plandemia y sin ningún problema hasta hace un par de dias.
No relataré todo pero si diré que en un momento de la conversación la «persona» me dijo «se te va a acabar el chollo» refiriendose a poder ir sin mascarilla dejando distancia y llevaba en el movil el nuevo decreto que restringe aún más las libertades públicas para enseñarmelo con orgullo.

Comprendí perfectamente que algo se estaba dirigiendo a mí desde el otro lado y la situación fue orquestada desde más allá del velo.

Esa es la situación.
Los tarados y taradas astrales se ven reflejados en los fanaticos pro-bozal y su horda dispuesta a cumplir cualquier mandato TV que les haga sentirse útiles y solidarios.

Suerte a todos en esta guerra encubierta contra la humanidad despierta en la que se está usando a los portales orgánicos como caballos de troya para suicidar al conjunto social mientras esperan ansiosos volver a aplaudir a las 20h.

Resistid y un abrazo a todos los que os pasais por aquí.
Si el blog se cerrara no he sido yo que os quede claro.

Veo orgullosa e ignorantemente a padres llevar a sus niños pequeños con el bozal y me doy cuenta de que ya están muertos, más pronto o más tarde da igual.
Los sacrificarán a la dictadura sanitaria con una sonrisa de responsabilidad parental a no ser que ocurra un milagro.

No quieren a los más despiertos avisando de los peligros que nos acechan no solo en internet sino por la calle o en comercios de ahí las draconianas medidas de tapar bocas en todas partes.

Pedazos de mierda astral…
Que os jodan!